En el mundo de hoy, es imprescindible que las compañías trabajen en esa licencia ya que vivimos en un entorno en el que los medios sociales y otras formas de comunicación han facilitado que las comunidades pidan cuentas a las empresas y marcas. En respuesta, las empresas deben ser proactivas en sus esfuerzos para garantizar que se les percibe de forma positiva y se considere que contribuyen positivamente al mundo que les rodea.
Existen industrias, como la de hidrocarburos, que ejecutan iniciativas de manera articulada con la comunidad, ya sea para la construcción de hospitales, colegios, saneamiento, desarrollo de la agricultura, entre otras. También, en el sector energético se realizan proyectos como capacitar sobre el reúso de los materiales, promover la cultura local y dinamizar la economía de la comunidad, a través de la adquisición de productos y mano de obra locales. Además, la industria aeroportuaria suele implementar la promoción de la artesanía, programas sociales para las comunidades vecinas afectadas y actividades como ferias para la difusión de los emprendimientos de las localidades cercanas.
Otra forma efectiva en que las empresas pueden trabajar a favor de su Licencia Social para Operar es contando con un CEO que se involucre en la conversación social y sea empático con las necesidades de los grupos de interés, teniendo como foco la sostenibilidad de su compañía . Un CEO activista es alguien que no sólo se apasiona por la misión y el propósito de su empresa, sino que también se compromete a utilizar su plataforma para lograr un cambio positivo en el mundo. Son capaces de tender puentes entre sus empresas y las distintas partes interesadas, ayudando a crear una relación más positiva y productiva.